CUANTO PAGO DIOS POR TI?
LÉELO SOLAMENTE SI TIENES TIEMPO PARA DIOS
Un día Satanás y Jesús estaban conversando.
Satanás acababa de ir al Jardín del Edén, y estaba mofándose y riéndose
diciendo:
Si Señor. Acabo de apoderarme del mundo lleno de gente de allá abajo.
Les tendí una trampa, usé cebo que sabia que no podrían resistir.
Cayeron todos!
¿Que vas a hacer con ellos? Preguntó Jesús.
Ah, me voy a divertir con ellos. Respondió
Satanás. Les
enseñaré como casarse y divorciarse, cómo odiar
y abusar uno del otro,
a beber
y fumar y por supuesto, les enseñaré a inventar
armas y bombas para que
se destruyan entre sí.
Realmente me voy a divertir!
¿Y qué harás cuando te canses de ellos? Le preguntó Jesús.
Ah, los mataré.
Dijo Satanás con la mirada llena de odio y orgullo.
¿Cuánto quieres por ellos? Preguntó Jesús.
Ah, tu no quieres a esa gente. Ellos no
son buenos. ¿Por qué los querrías tomar. Tu los tomas y ellos te odian.
Escupirán a tu
rostro, te maldecirán y te matarán. Tu no quieres a esa gente!!
¿Cuánto? Preguntó nuevamente Jesús.
Satanás miró a Jesús y sarcásticamente respondió:
Toda tu sangre, tus lagrimas, y tu vida.
Jesús dijo:
HECHO!
Y así fue como pago el precio.
Un día Satanás y Jesús estaban conversando.
Satanás acababa de ir al Jardín del Edén, y estaba mofándose y riéndose
diciendo:
Si Señor. Acabo de apoderarme del mundo lleno de gente de allá abajo.
Les tendí una trampa, usé cebo que sabia que no podrían resistir.
Cayeron todos!
¿Que vas a hacer con ellos? Preguntó Jesús.
Ah, me voy a divertir con ellos. Respondió
Satanás. Les
enseñaré como casarse y divorciarse, cómo odiar
y abusar uno del otro,
a beber
y fumar y por supuesto, les enseñaré a inventar
armas y bombas para que
se destruyan entre sí.
Realmente me voy a divertir!
¿Y qué harás cuando te canses de ellos? Le preguntó Jesús.
Ah, los mataré.
Dijo Satanás con la mirada llena de odio y orgullo.
¿Cuánto quieres por ellos? Preguntó Jesús.
Ah, tu no quieres a esa gente. Ellos no
son buenos. ¿Por qué los querrías tomar. Tu los tomas y ellos te odian.
Escupirán a tu
rostro, te maldecirán y te matarán. Tu no quieres a esa gente!!
¿Cuánto? Preguntó nuevamente Jesús.
Satanás miró a Jesús y sarcásticamente respondió:
Toda tu sangre, tus lagrimas, y tu vida.
Jesús dijo:
HECHO!
Y así fue como pago el precio.
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